Yo pensaba que cuando llueve es muy incomodo ir con la cámara en una mano, y el paraguas en la otra. Te faltan manos. Que si se me moja la cámara se me rompe. Que gracia tiene sacar fotos lloviendo, o después de llover. ¡Pues mucha!
Hace tiempo que me recomendaron salir un día lluvioso, y que razón llevaban. El suelo húmedo refleja todo, luces, estructuras...hasta un charco por el que has pasado cientos de veces, parece cobrar vida. Os lo recomiendo de verdad, pero en compañía, que alguien os pueda sujetar el paraguas. Se hace difícil tarea sacar la foto de noche a una mano, y con la otra sujetar el paraguas. ¡Probarlo!
0 comentarios:
Publicar un comentario